EL DULCE Y AMARGO JARRO

El pasado Miércoles 19 de enero, en la clase de 3º A tuvo lugar una nueva Tertulia Literaria Dialógica sobre el libro de "El Lazarillo de Tormes". La de este Miércoles fue especial, ya que en ella participó como voluntaria Maria del Mar, la madre de una de nuestras compañeras, que con sus aportaciones enriqueció aún más nuestras Tertulias. 

Para empezar, no nos gusta que el ciego no le dejara beber a Lázaro, ya que éste quería beber y el ciego siempre le descubría. Y es que el ciego era muy astuto y notaba que faltaba el vino. 

Opinamos que está muy mal que el ciego no le dejara beber a Lazarillo, ya que eso es como un maltrato. El ciego nunca quería darle de comer ni de beber, y si estás días así, te puedes morir. 

Sin embargo, nos parece mal tanto la actitud del ciego, que no le dé bebida a Lázaro, como la de Lázaro de engañar al ciego. 

Maria del Mar nos ha comentado que, aunque haya una persona con una discapacidad, no está bien aprovecharse de ello, puesto que hay que ayudarle. 

Por otro lado, nos parece mal que el ciego deje el vino en sus piernas. No nos gusta porque parece que es un juego de hacer cosas malas y creemos que, cuando el ciego se canse del juego, va a tener consecuencias peores. 

Además, hemos de añadir que el vino es malo para los niños, por lo que Lázaro no debería beberlo y hemos de añadir que, si quieres algo es mejor pedirlo que robarlo. 

Consideramos que, no solo hay que tratar bien a las personas con discapacidad, si no que hay que tratar bien a todas las personas. 

En otro orden de cosas, el hecho de que el ciego le haya roto a Lázaro el jarrón en la cara nos parece mal, que el ciego lo pague de esa manera, haciendo daño al niño, que se puede morir, puesto que Lázaro es un niño pequeño y no está bien que le haga eso. 

Nos parece mal que el ciego se aproveche de que Lázaro es pequeño para hacerle daño y es que pensamos que ninguna persona se merece que alguien le rompa algo en su cara. No nos gusta que el ciego lo pague con violencia y no hablando. 

Esto nos lleva a pensar que, ni el ciego debería haberle hecho algo al niño, ni el niño al ciego. Y es que nos parece mal que el ciego le haya dado con el jarrón en la cara, pero tampoco Lázaro ha actuado bien porque en lugar de quitarle el vino, se lo tendría que haber pedido. 

Consideramos que Lázaro solamente quería ayudar a ciego, pero éste lo está tratando mal y él solo quiere comer. 

Opinamos que, el hecho de que haya roto el jarrón puede volverse contra sí mismo y salir malparado. 

Tenemos que comentar que el ciego tiene que cuidar del niño, no hacerle cosas malas. Si bien es cierto que, tanto el ciego como Lázaro están haciendo cosas malas. 

Y es que un niño no puede defenderse y siempre va a recordar ese dolor que ha pasado. En lugar de hacer eso el ciego, podría cuidar de él, que es un niño. 

Sería más bonito que tuvieran paz, amistad y empatía, en lugar de hacerse daño. 

Tampoco nos gusta que Lázaro lleve al ciego por donde hay piedras

y barro, ya que lo está haciendo para devolvérselo y el ciego, si se tropieza con una piedra, nadie sabe lo que podría pasar. 

Maria del Mar nos ayuda a pensar que, al final Lázaro se acaba perjudicando por intentar hacer daño al ciego, puesto que no está bien hacer daño al ciego ni tampoco a tí mismo. 

Además, yendo por esos caminos, Lázaro también se puede hacer daño, y no solo el ciego . Y es que, no está bien devolver lo que te hacen porque vas a salir malparado al final. 

Hemos de añadir que tampoco nos gusta el hecho de que Lázaro le haga un agujero para que el vino le caiga en la boca. Nos parece mal que Lázaro intente cogerle el vino al ciego y el ciego se quede sin vino. 

Lázaro no era consciente de que el ciego se iba a dar cuenta y cuando lo sepa, no va a querer estar con Lázaro y éste va a salir perjudicado. 

Para ir finalizando, hemos de decir que el hecho de que el ciego le curara las heridas con vino nos parece mal. 

Aquí ha surgido un pequeño debate, porque no entendemos como, si el ciego no ve, puede curar las heridas de Lázaro, pero hemos llegado a la conclusión de que, al ser ciego, tiene desarrollados los otros sentidos y es que, siempre que una persona tiene una discapacidad, acaba desarrollando los otros sentidos. 

Llegados a este punto, pensamos que el ciego aún le quería hacer más daño a Lázaro. 

También nos ha parecido mal que Lázaro lleve al ciego por los peores caminos para que se tropiece, porque Lázaro también lo va a pasar mal, puesto que hace el mismo camino que el ciego y se puede hacer daño, porque, además, Lázaro va descalzo y el ciego lleva zapatos. Como Lázaro no tiene zapatos podría pedirle al ciego que le prestara unos. 

Por último, el hecho de que el ciego haga daño a Lázaro al romperle el jarrón en la cara no nos ha gustado nada, ya que consideramos que nadie tiene derecho a hacer daño a otras personas, ni a hombres, ni a mujeres, y mucho menos a los niños, que son los seres mas inocentes que existen y no es justo pagar nuestros enfados con ellos. Además, Maria del Mar nos ha dicho que no está bien que los niños se peguen entre ellos porque se hacen daño y no lo van a pasar bien. 

Y estas han sido nuestras Tertulias por hoy. Damos las gracias a Maria del Mar por acompañarnos y la próxima semana tendremos una nueva mamá en las Tertulias.