El pasado Viernes 31 de Enero, en la clase de 3º, tuvo lugar una nueva Tertulia sobre el libro de "El Lazarillo de Tormes". Fue una Tertulia muy especial, ya que fue la última que realizamos todos juntos, pero fue tan bonita y enriquecedora como las anteriores.
Además, una vez más, tuvimos la enorme suerte de contar con una mamá voluntaria: Ainhoa, que con sus comentarios hizo mucho más rica y amena la tertulia. También nos acompañó Maria José, nuestra nueva profe, que participó como una más, haciendo bonitas aportaciones.
El capítulo que comentamos ese día tiene que ver con el nuevo amo que encuentra Lazarillo una vez que huye del ciego. Este amo es un clérigo, y, a Lazarillo apenas le daba de comer, solo le daba sopa y no le dejaba probar la carne. Nos gusta que le de algo, pero no nos gusta que no le de carne, ya que nos desagrada que el pobre Lazarillo se quede sin nada, mientras el clérigo tiene todo para él. No nos gusta nada que el clérigo no le de ni un trozo de carne, ya que no va a pasar nada porque se lo de.
Nos parece muy injusto que en el mundo unos tengan mucho y otros no tenga nada. Por otro lado, nos parece mal que el ciego no le de carne a Lazarillo porque le está quitando de comer proteínas que son muy importantes para poder crecer sanos.
Hemos de añadir que este capítulo nos ha hecho ser conscientes de muchas cosas, primero, hemos comentado que hay gente que no da de comer a sus hijos porque no tienen dinero y se tienen que buscar la vida. Esto nos ha hecho pensar que nosotros compartiríamos con alguien que no tenga que comer, ya que a un pobre le daríamos de comer. Algunas compañeras han contado experiencias de que regalan juguetes a los niños más pobres.
Hemos tenido un pequeño dilema ya que, algunos compañeros piensan que, aunque no le de carne, al menos el Lazarillo come algo, pero otros piensan que, no está bien que no le diera carne porque, al ser niño, necesita tener proteínas.
Otra cosa que nos ha parecido mal es que el clérigo le de a Lazarillo los huesos chupados y que le diga que vive mejor que el Papa, porque no es verdad que Lazarillo viva bien, ya que el Papa vive mucho mejor que Lazarillo.
Por otro lado, nos ha dado mucho asco que se coma los huesos, los ojos, la lengua, los sesos... pero alguna compañera opina que, cuando eres pobre, sueles comer de todo, con tal de que sea comida, aunque a esta compañera la gustan los animales y no quiere que maten cerdos para comérselos.
Consideramos que, si el nuevo amo come fenomenal, el Papa come aún mejor que él. Hay alguna compañera a la que no le da asco que se coma todas esas cosas porque ha visto en Masterchef cómo las cocinaban e incluso hay una compañera que ha comido el corazón del pollo y la ha gustado.
Llegados a este punto, Ainhoa nos ha explicado que aquella época era muy dura y la gente pasaba mucha hambre.
Después de esto, nos ha parecido muy injusto que al clérigo le dieran todo y que él no ayude a Lazarillo. Debemos mirar al nuestro alrededor y ver si alguien lo necesita.
No nos parece nada bien que Lazarillo quisiera robarle todo el dinero al clérigo, aunque hay a compañeros que si les parece bien que robe para poder comer algo.
Creemos que el clérigo le podría dar algo a Lazarillo, aunque es verdad que, en aquella época la gente era muy pobre y era difícil tener mucha comida y, además eran los más pobres los que le estaban dando al clérigo lo poco que tenían, para que encima él no compartiese y tratara al pobre Lázaro como a un perro.
Es importante añadir que, en este capítulo se nos refleja como en aquella época todo el mundo tenía que trabajar como Lazarillo para poder sobrevivir. Esto nos ha llevado a darnos cuenta de que hay niños que tienen que trabajar en muchos países del mundo porque son pobres y hemos reflexionado sobre lo afortunados que somos de tener a nuestros papás con nosotros, que se preocupan por nosotros y por lo que nos pueda hacer falta.
Por último hemos tenido un pequeño dilema sobre si el cambio de amo había sido a peor o a mejor. En este caso muchos de nosotros creemos que el cambio ha sido a peor, aunque no todos los cambios tienen por qué ser malos, hay cambios que son buenos y nos ayudan a mejorar, como el cambio que vamos a vivir nosotros la semana que viene al estar desdoblados.
Finalmente, nos ha parecido muy injusto que el clérigo no le deje comer a Lazarillo ni una ristra de cebollas, ni que le diera una cebolla cada cuatro días, ya que se la podía dar cada día, aunque a algunas de nosotras no nos gustan las cebollas porque se te queda mal aliento.
Y esta ha sido nuestra Tertulia por esta semana. La próxima semana volveremos con un nuevo capítulo de "El Lazarillo de Tormes", aunque ya será por separado, pero no descartamos hacer alguna Tertulia tod@s junt@s.
Damos gracias a Ainhoa por habernos acompañado en esta Tertulia y la invitamos a volver a participar cuando quiera.
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