El pasado Viernes 16 de noviembre en la clase de 2º A tuvo lugar una nueva Tertulia Literaria Dialógica sobre el libro de Don Quijote. Para este día nos teníamos que leer el capítulo 2 que trata sobre cómo ser un caballero andante.
Al igual que en anteriores tertulias esta fue muy amena y enriquecedora, llena de comentarios muy diversos, que nos hicieron aportar ideas muy interesantes.
Una de las cosas que más nos gustó fue el caballo de Don Quijote, ya que nos gustan los caballos, y alguno de nosotros tenemos familia que tiene caballos y mulas.
Lo que no nos ha gustado es que el caballo no tuviera nombre hasta que Don Quijote decidió ser caballero, nos parece muy mal que el pobre caballo, después de tanto tiempo, no tenga nombre. Nos da mucha pena que uno nazca y que no le pongan nombre, aunque ahora que ya tiene nombre, el caballo estará alegre porque tiene nombre y es feliz. Nosotros también hemos visto animales sin nombre y hemos querido ponerles uno. Pensamos que Don Quijote no debía querer mucho a su caballo si no le pone nombre y solo se acuerda de ponérselo cuando quiere ser caballero y necesita un caballo para ello.
Nos hace mucha gracia que se acuerde de Aldonza después de tantos años, pero no nos gusta que necesite una dama para demostrar que es más caballero que otro, porque las damas no son un trofeo de nadie.
Además, nos gustan los caballeros andantes, pero no nos gusta que luchen porque se pueden hacer daño. Algunos de nosotros consideramos que hay que luchar para vivir, pero la mayoría consideramos que no hay que solucionar las cosas luchando y peleando, si no hablando. Nos gusta que quiera dar su vida para salvar al mundo, pero luchando se puede hacer daño y morir. Algunos de nosotros hemos hablado de que nuestros abuelos fueron a la guerra y vieron a amigos suyos a los que le clavaron una flecha y aún tienen la marca. No nos gusta la guerra porque muere mucha gente, incluidos niños.
Todo esto de la guerra nos ha llevado a hablar de la mili, ya que nuestros padres y abuelos nos han contado que antes era obligatorio hacerla, aunque el padre de una compañera se libró por estar resfriado.
Otra cosa que nos ha llamado la atención es que Don Quijote se quisiera cambiar el nombre, ya que Don Quijote debería quedarse con su nombre original y no hacer caso de lo que le digan los demás, ya que sus padres le pusieron el nombre con amor. Aunque la madre de uno de nosotros nos ha dicho que de mayores nos podemos cambiar el nombre y nuestra profe, cuando era pequeña, se quería cambiar el apellido, porque hacían muchas rimas con él, pero ahora está muy orgullosa de su apellido.
Por último, nos gusta Don Quijote porque a nosotros también nos gustaría ir de aventuras y viajar, pero, eso sí, sin cambiar de nombre.
Y esta ha sido nuestra Tertulia de esta semana. El próximo Viernes 23 de Noviembre volvemos con el capítulo 3.
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