Para empezar, el principio del capítulo nos crea curiosidad porque queremos saber cuáles son las cosas que nos va a contar Lázaro.
Algo que nos llama la atención es descubrir cómo podía comerse las uvas de dos en dos y de tres en tres y es tan fácil como cogerlas de un puñado y metértelas en la boca.
Por otro lado, opinamos, que al empezar a comerse las uvas de dos en dos, el ciego rompió el trato que había hecho con Lázaro.
Nos llama la atención que el ciego primero comparta las uvas con Lázaro y luego le engañe y no cumpla el acuerdo.
Y es que pensamos que hay que compartir, y nos gusta mucho que el ciego haya compartido el racimo.
Llegados a este punto opinamos que está bien compartir y además todo esto de compartir uvas nos ha recordado al tema de la división que estamos viendo ahora en Matemáticas.
Hemos hablado de ocasiones en las que hemos compartido el almuerzo y es que hemos llegado a la conclusión de que hay que compartir, especialmente con la gente que lo necesita..
Aquí hemos hablado de veces en las que hemos dado nuestra ropa a alguien o hemos dado dinero o comida a gente que pedía por la calle o en la puerta de los supermercados.
Por otro lado, hay algunos niños que han comentado que no les gustan las uvas maduras, pero sí les gustan el resto de uvas.
Hay a niños que les gustan mucho las uvas, pero una vez se comieron una que estaba muy dura.
Pero, a pesar de todo esto, nos parece bien que al ciego le den un racimo de uvas, ya que nos gustan mucho.
Por otro lado, hay otro niño al que le gustan las uvas moradas.
Todo esto de las uvas nos ha recordado a la vendimia de Cebreros y una compañera nos ha comentado que su abuelo ganó el concurso de vendimiar.
Para ir concluyendo, pensamos que Lázaro ha engañado al ciego, aunque es verdad que el ciego hizo trampa y comió de dos en dos.
Y es que el ciego puso el trato, pero él mismo lo rompió.
Nos parece muy mal que el ciego haya roto el trato y haya empezado a comer de dos en dos.
Si bien es cierto que nos parece muy bien que compartan.
Nos ha llamado la atención que dejaran Salamanca y se fueran a Toledo, y es que el ciego quería ir allí para hacerse más rico.
Nos parece raro que hable de Salamanca y Toledo, aunque hay personas que les gusta mucho la ciudad de Toledo.
Para finalizar, como conclusión podemos decir que no importa si somos ricos y pobres, puesto que todos tenemos que ayudar.
Por último, consideramos que el ciego ha puesto a prueba a Lázaro a ver si le engañaba.
Y estas han sido nuestras Tertulias de esta semana. Volvemos el próximo Jueves.
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