El pasado Jueves 25 de enero, la clase de 4º A pudo disfrutar de unas nuevas Tertulias Literarias Dialógicas. Al igual que en semanas anteriores, pudimos contar con la presencia de Félix, un papá voluntario, que nos ayudó a enriquecer las Tertulias.
En primer lugar, nos parece muy bien que, al principio el sobrino diga las cosas malas de su tío, pero que luego le de las oportunidades para ir a cenar todos los años.
Consideramos que el sobrino es buena persona y por eso sigue dando tantas oportunidades a su tío.
Hemos de añadir que nos parece curioso que el sobrino esté empeñado en que Scrooge sea mejor persona.
Y es que la Navidad es momento de solidaridad y de llevarse bien con todo el mundo, sobre todo con la familia. El sobrino quiere insistir en que su tío sea buena persona.
Esto nos lleva a opinar que nos gusta que las personas sean buenas con los demás y que haya alguien que se preocupe por Scrooge, en este caso, su sobrino.
Nos encanta que el sobrino, a pesar de que Scrooge sea tan mala persona tenga tanta paciencia y sea tan buena persona con él.
Hay que reconocer que hay que dar mérito al sobrino porque no es fácil aguantar a un viejo gruñón como es Scrooge.
En otro orden de cosas nos llama la atención la manera en que el autor siempre está poniendo nombres a los personajes y ahora sabemos quién es su sobrina, que tiene un poco de razón porque el único que va a sufrir las consecuencias de su mala actitud va a ser él mismo.
Los comentarios de la mujer del sobrino acerca de Scrooge nos llevan a pensar que tal vez sea mala persona, pero opinamos que lo único que quiere es que su marido no sufra.
Por otro lado, nos llama la atención que al sobrino de Scrooge le gusten las Navidades y a él no le gusten.
Toda esta actitud pasada de Scrooge nos lleva a pensar que, si en un sitio te tratan bien, vuelves a ir, pero si te tratan mal, no vuelves a ir.
Llegados a este punto, Felix nos ha comentado que le gusta la palabra solo y que, quedare solo es la consecuencia de ser mala persona, como le pasa a Scrooge.
Creemos que la escena de la conversación entre el sobrino de Scrooge y su mujer nos explica muy bien lo que le pasa a Scrooge y que éste se queda solo por su mal comportamiento.
Consideramos que Scrooge está cambiando y eso hará que pague consecuencias por sus malos actos.
Cambiando de tema, nos ha llamado mucho la atención la escena en la que el sobrino y sus amigos juegan a distintos juegos mientras Scrooge les observa divertido y, además, juega a alguno de ellos. Nos parece que ahora es cuando Scrooge se da cuenta de lo que bien que se lo están pasando en las fiestas que él rechaza.
No entendemos por qué rechaza una fiesta sin darse cuenta de lo divertida que es. Y es que Scrooge ahora se arrepiente de no haber ido a la fiesta.
El hecho de que Scrooge le pida al espíritu que le deje un rato más hasta que acabe el juego nos recuerda a cuando los niños estamos en el parque y queremos que nos dejen un rato más y es que, con lo bien que se lo está pasando ahora, el espíritu quiere que se vaya.
Esto nos lleva a opinar que hay que pensarse las cosas antes de decir que no y a que, si Scrooge hubiese aceptado la invitación de su sobrino, éste se habría puesto muy contento.
Si nosotros fuéramos Scrooge, iríamos siempre que nos invitaran porque nos lo íbamos a pasar muy bien.
Para ir concluyendo, hemos comentado que nos gusta jugar con los niños y con nuestros hermanos, aunque los hermanos mayores a veces no quieren jugar con nosotros porque les da vergüenza, pero, en el fondo, siguen llevando un niño dentro y terminan jugando.
Nos gusta que los adultos jueguen a juegos de niños y que Scrooge esté entretenido en el juego y vuelva a la infancia.
Por último lo de que se pongan a jugar nos recuerda a cuando en Navidad jugamos con la familia y eso es muy bonito.
Y estas han sido nuestras Tertulias por esta semana. Agradecemos a Félix que nos haya acompañado durante las mismas y volvemos el próximo Jueves con nuevas Tertulias.
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