En este capítulo, hemos comentado que Don Quijote es un poco cotilla por preguntar a los ocupantes de la carreta quiénes eran y dónde iban. Pero por otra parte, creemos que está bien que Don Quijote haya preguntado al demonio quien era.
Pensamos que si apareciese en la calle un feo demonio, nos asustaríamos y saldríamos corriendo por si va a por nosotros. Algunos opinan que habría que hacer daño al demonio, antes de que el demonio nos hiciese algo, otros piensan que primero habría que preguntarle quien era, como hizo Don Quijote.
A veces Don Quijote era cabezota, pero esta vez no, porque el demonio le explicó que eran actores y Don Quijote se despidió de ellos y les dejó marchar. Siempre estaba inventando historias y por una vez no las inventa. Siempre se imaginaba cosas y ahora se da cuenta de lo que pasa de verdad. A lo mejor se le está pasando el efecto de los libros...
Aunque no estamos muy seguros porque el próximo capítulo se titula: LA BATALLA CON EL CABALLERO DE LOS ESPEJOS.
¿Qué nueva aventura vivirán Don Quijote y Sancho?
La semana que viene lo descubriremos.
¡Seguid participando tanto y tan bien! ¡ENHORABUENA!
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