miércoles, 29 de marzo de 2017

Última aventura del trimestre con Don Quijote y Sancho

EL VUELO DEL CABALLO CLAVILEÑO

En esta nueva aventura Don Quijote y Sancho creen volar subidos en un caballo de madera llamado Clavileño.

Se han montado con los ojos tapados para no marearse y esto no nos parece bien porque el caballo podría ir por otro sitio y ellos podrían caerse. A lo mejor el caballo está loco y ellos podrían ir al río y ahogarse o pueden chocarse contra una montaña y hacerse daño.

Unos piensan que el caballo se puede romper cuando montas en él porque es de madera. Como se montaron Don Quijote y Sancho a la vez, si pesan mucho puede que el caballo se rompa, se abra de piernas y se caiga. Otros opinan que si la madera es de árbol puede aguantar mucho.

La forma en la que despidieron a Don Quijote y a Sancho, les ha hecho mucha gracia, a ellos les daría vergüenza decir esas cosas en público. Aunque algunos opinan que es más vergonzoso cuando nos disfrazamos en Carnaval o subimos al escenario en Navidad.

Les ha parecido muy mal que engañasen a Don Quijote y a Sancho, haciéndoles creer que el caballo volaba. Piensan que si tienes una amiga y la mientes no va a querer ser tu amiga. Y les da pena Don Quijote porque nadie está haciendo nada para que deje de creerse las cosas. En esta ocasión en vez de ayudarle van a conseguir que se vuelva loco de verdad.

Tampoco nos ha gustado que le hayan prendido fuego a la cola del caballo, porque puede haber un incendio y quemar a todos los que había allí. Si el caballo fuera de verdad el incendio habría matado a un animal de verdad.

Se podía haber provocado un incendio bastante grande y en esa época no había bomberos. Piensan que con el agua se apaga el fuego, pero en medio del campo no hay mucho agua, a no ser que haya un río. Otros dicen que sí que hay agua porque hay una casa y pueden ir a por barreños de agua allí. La respuesta es que en una casa no podía haber agua corriente porque en aquella época no había. En esa época no había grifos porque era la antigüedad. Por eso utilizaban el agua del río e iban a lavar la ropa allí o a las charcas. Creen que es muy difícil llevar agua con un barreño hasta donde estaba el caballo si el río no estaba cerca, porque un barreño lleno de agua pesa mucho. Algunos comentan que con arena también se apaga el fuego.

Y ahora que estamos dando el tema de las plantas, se acuerdan de que sin agua los seres vivos no pueden vivir.

Nos ha sorprendido que Sancho contase a la duquesa tantas cosas sobre su viaje, cuando el caballo no se había movido del sitio. Unos dicen que no podía decir nada porque tenía los ojos cerrados. Otros creen que no lo vio, lo imaginó y aunque no vea nada, puede imaginar cosas en su cabeza.


Muchas opiniones, muy interesantes todas. Se nos ha quedado corta la tertulia, pero después de Semana Santa, seguiremos compartiendo aventuras con Don Quijote con las mismas ganas e ilusión.

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